El castillo, construido por el mariscal de campo Radetzky a finales del siglo XIX en el emplazamiento de la antigua iglesia de San Pedro, es una obra arquitectónica con un gran potencial turístico. Este atractivo se debe a la extraordinaria vista de la ciudad de Verona. En 1941 ya se había realizado una instalación en la colina para subir, el “Funicular del Castillo de San Pedro”, pero sólo funcionó hasta el 1944. Ha sido esencial respetar el trazado histórico del viejo funicular durante el diseño y la construcción de la nueva instalación, y se ha construido una estación intermedia con acceso al parque y al museo arqueológico. Desde el punto de vista arquitectónico, se ha tenido en cuenta la integridad de los edificios históricos. Con este nuevo ascensor inclinado, los visitantes podrán alcanzar más fácilmente San Pedro, mejorando el atractivo para los turistas.